Hola!
A punto de entrar en el siguiente bloque de TENSIÓN hacia los 60 y 70, hacia ny el próximo jueves 21, a la 18h en la Biblioteca de la facultad de Bellas Artes de la UCM con una sesión llevada por Sandra Santana -pronto os llegará más información aunque las lecturas, materiales y prácticas (¡hay prácticas para practicar!) las podéis encontrar en el programa-, este domingo 17 de junio sucede algo que me hizo pensar en euraca, pero para explicaros el por qué y el qué tengo que contaros antes algunas cosas.
El cine-club Chantal, muchas lo conocéis, es un proyecto colectivo hermanado de algún modo con el seminario euraca. Comenzaron más o menos a la vez, en el invierno de 2012. El cineclub era lo que ocurría todos los martes hasta muy tarde, cuando euraca era los miércoles hasta muy tarde, tanto que lxs guardianxs de seguridad de Matadero, en una curioso estado de excepción institucional, tenían que venir con las llaves para que pudiéramos salir. Chantal empezó como cine-club en la Morada, y después de varios desalojos y violencias, lleva un tiempo sucediendo en la Ingoblernable, espacio que acoge a euraca en este programa nueve. Y es todos los martes a las 20.00 en la sala 3.1, espacio de la Filmoteca popular. En estos cinco años casi interrumpidos de proyección -en Mujer de Manuela se decía “única institución cultural de la ciudad que nunca ha detenido su actividad semana. Es para siempre”- se han visto y comentado más de 150 pelis, que han sido propuestas por más de 60 programadoras, mediante un método experimental de programación colectiva en la conversación posterior a cada proyección se decide entre todas y a partir de una relación que nos parezca relevante, retadora, apetecible… propuesta por cualquiera, cuál será la siguiente película, produciendo un encadenado que permite algo que se enunciaba como deseo en su texto de presentación: “porque hacer la revolución es también volver a poner en su sitio cosas muy antiguas pero olvidadas, nos gustaría recuperar películas olvidadas o desaparecidas y hacerlas aparecer, ponerlas en su sitio y que su sitio sea la oportunidad de verlas juntos, gratis, públicamente”.
Bien, pues en el cine-club sucede que hay veces que se quisiera programar pelis que son largas, muy largas y se desaría mucho ver, pero no caben temporalmente en la posibilidad de verlas y luego comentarlas. Así que decidimos abrir un ciclo, Algunas tardes no atendemos al teléfono, más o menos mensual de pelis que se salen en varios sentidos, entre entre ellos por su duración.
Y la primera sesión de este ciclo, el próximo domingo 17 a las 18.00, la llevamos Pablo García Canga y yo, y hemos propuesto ver Historias extraordinarias, una película argentina de 2008 dirigida por Mariano Llinás que dura cuatro horas.
Y me acordé de euraca, porque más allá de que se trate de una película argentina, reciente, muy ficcional pero muy situada, -en la geografía, orografía y arquitectura de rincones de la provincia de Buenos Aires, mapas encriptados, un león, el río Salado, muchísimos apellidos y tres personajes principales personajes X, H y Z, en la que en un punto se llega y regresa de Mozambique (en desplazamiento que de pronto me hacía pensar el territorio Alto Volta de Yanko González)…-, es una película que cuando la vi me fascinó, como de ver algo como por primera vez y que parece traer un modo antiguo y al mismo tiempo del futuro de hacer y ver cine.
Una historia cuya poética narrativa sería de la NO TENSIÓN, película de aventuras -hechas muy nuevas-, que necesita su tiempo -distinto y en fricción con el de las series contemporáneas- y que porque dura así nos permite un viaje más largo, más emocionante; una película que da alegría y ganas de que la pueda ver más gente. Y la proyectamos el domingo, por si os apetece. Empezaremos puntuales a las 18.00 en la 3.1 de la Ingobernable.
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